José Antonio Vázquez Taín, uno de los 22 jueces instructores que trataron de esclarecer si había delito tras el caos aéreo de 2010, reconoce que por entonces, su sensación "como ciudadano es que se había secuestrado a los ciudadanos en los aeropuertos para que no pudieran volar, y presionar así al Estado para obtener unas condiciones laborales más ventajosas de las que ya tenían".

"Yo tenía la conciencia de que eran culpables antes de llegar, y una vez que empecé a estudiar la causa, me di cuenta de que la realidad era muy distinta a lo que se había contado", afirma, al tiempo que señala que cree que había un "conflicto de poder". "El nivel de tensión era tal que una de las dos partes quería romper la baraja y acabar con la situación brusca, es decir, provocar una ruptura de todo tipo de negociación. Esa situación era cerrar el espacio aéreo y hacemos que los ciudadanos se pongan en contra de los controladores aéreos, los consideren sus enemigos, y sus secuestradores", manifiesta.

"¿Miente entonces el Gobierno cuando dice que los controladores aéreos abandonaron sus puestos de trabajo?", se pregunta Mamen Mendizábal, a lo que el juez responde: "En justicia, estamos acostumbrados a que nos maquillen la verdad. No es decir que mienten o no. Cuentan su verdad, pero su verdad, para nosotros, si eres objetivo, no es la verdad material".