El exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados ha asegurado que la trama Púnica, por la que está en la cárcel desde hace más de un año, no existe, que nunca ha cobrado comisiones y que David Marjaliza, también en prisión considerado como uno de los cabecillas, jamás ha sido su socio.
En una entrevista con 'El Español', el exconsejero madrileño explica que la única declaración que ha realizado ante el juez la hizo hace un año cuando le detuvieron y que no le han vuelto a citar. "Supongo que cuando no me citan, será porque después de un año de investigaciones, no habrán aparecido elementos nuevos que requieran aclaración por mi parte", dice.
En este sentido, añade que si hubieran aparecido pruebas o declaraciones contra él, "que desde luego no están en la parte del sumario que no es secreta", y que "lo lógico" hubiera sido citarle "para aclararlo", así que imagina "que no han surgido esas pruebas o declaraciones".
Además, asegura que la reciente decisión del juez de dividir en doce partes este caso "viene a demostrar que no hay ninguna "trama Púnica", ninguna organización para delinquir, sino que, como ahora se ha reconocido, lo que hay son hechos muy diferentes sin ninguna conexión entre sí".
"La mayoría de las partes en las que se ha dividido el sumario no tienen nada que ver conmigo. No se lo digo yo, también el sumario", defiende Granados, que es "consciente de que cuando alguien lleva un año en prisión, ya nadie cree en su inocencia". "La gente piensa que si llevas un año preso es porque las pruebas son abrumadoras y no existe la más mínima duda razonable de que no seas culpable de delitos muy graves", entiende.
En este punto, señala que "la situación de prisión preventiva es mucho más dura que la de una persona que ya ha sido juzgada y condenada" y que esto "también lo tendrían que tener en cuenta jueces y fiscales a la hora de mantener tanto tiempo esta situación tan extrema".
"Cuando se afecta tan gravemente la presunción de inocencia; cuando las consecuencias personales, familiares, sociales, económicas que se provocan son irreparables, sea cual sea el final del proceso; cuando no hay el más mínimo riesgo de fuga o de eludir la acción de la justicia, ¿qué sentido tiene mantenerme en prisión?", se pregunta.
Y es que, según señala, después de un año desde su detención "y a la vista del proceso nadie se cuestiona dónde queda" su presunción de inocencia y su derecho a la defensa. "Creo que muchos deberían reflexionar sobre esto y sobre si éste es el Estado de Derecho que queremos. Yo no creo que el legislador haya buscado nunca este objetivo pero el precio de la búsqueda de la justicia o del cumplimiento de la ley en términos de lesión de derechos individuales puede ser altísimo", considera.
A preguntas varias sobre su relación con los imputados o sobre si ha cobrado comisiones, niega siempre la mayor. Por un lado, asegura que Marjaliza "nunca" ha sido su socio y que no ha tenido más socios que su mujer y sus hijas en dos sociedades que creó "pocos días antes" de su detención y "que no han tenido actividad".
En este sentido, asegura que su relación con David Marjaliza y el constructor Ramiro Cid "ha sido de amistad" y "nada más". "Si ha habido alguna "adjudicación irregular" en el Ayuntamiento de Valdemoro o en la Comunidad de Madrid, que se diga cuál. Después de casi dos años de investigación y de casi un año en prisión, no sé a qué adjudicaciones se refieren", se queja.
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