Gaza ha pasado su peor noche desde que iniciara la escalada de violencia entre Hamás e Israel. Así lo describe Kayed Hammad, productor y traductor gazatí y colaborador de Al Rojo Vivo en Palestina, que incide en la gran situación de vulnerabilidad que están viviendo los civiles palestinos.
"No hemos podido dormir en toda la noche. Estábamos muy acojonados, en especial los niños. La verdad es que lo hemos pasado peor que nunca desde que empezó la guerra", cuenta desde su residencia en la Franja.
En esta línea, Hammad explica que vive en la planta duodécima de su edificio, por lo que ve "casi todo lo que está cayendo" sobre su ciudad por parte del Ejército israelí. Ante esto, pone el foco en los niños, que son los que peor lo están pasando: "La gente no puede hacer nada más que recibir las bombas, que hacen un sonido y una destrucción tremenda. Tú sientes que eres incapaz... ¿qué le digo a mis niños? ¿No llores?, ¿no van a bombardear más? Eso es mentira", espeta.
Los ataques se han sucedido casi sin descanso desde el pasado lunes, cuando la escalada de violencia entre el Ejército de Israel y Hamás retomaron su máxima intensidad. "Gaza es una cárcel grande. No tenemos alternativas, no puedes decir: dejo este lugar y voy a otro porque es más seguro. No existe un solo lugar seguro en toda la Franja de Gaza", ha lamentado el colaborador.
Hammad también recalca que los ataques se suceden especialmente a partir de la media noche, aunque, según el entrevistado, no son equiparables los daños que infringe Hamás a Israel que al contrario: "Nadie se puede imaginar lo que está pasando aquí. Dicen que nosotros lanzamos misiles. ¿Qué misiles? Son cohetes caseros que no hace casi daño, y nosotros solo recibimos las bombas por todos lados", afirma.
Por ello, ante la justificación de Israel para llevar la ofensiva, esgrime: "Supongamos que bombardean a terroristas. ¿Y nosotros qué?, ¿los niños qué? Tenemos a una niña que se ha despertado en el hospital con sus padres y sus hermanos muertos. ¿Qué explicación se le puede dar a esta niña? No hay palabras", ha concluido.