El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha asegurado en al Rojo Vivo que la decisión del órgano del Ejecutivo de cancelar todas las concentraciones previstas para el 8M en la capital no se debe a problemas ideológicos: "El problema no era ni de siglas ni de reivindicaciones concretas. Pero no es el momento, no se pueden consentir estas manifestaciones", afirma.

En este sentido, el mandatario asegura que "comulga" con las manifestaciones feministas, pero mantiene la postura en que no deberían realizarse los actos: "Hemos hecho lo correcto, preservar la salud de los madrileños", expresa.

De este modo, Franco rechaza que haya habido algún tipo de contradicción en los últimos días, especialmente después de que se propusiera en un un principio celebrar estas convocatorias con un máximo de 500 personas: "Había convocadas 104 manifestaciones, concentradas casi todas en cinco o seis distritos. Podríamos habernos encontrado con más de 60.000 personas", recalca el delegado.

Esta noticia ha suscitado el desconcierto en el seno del Ministerio de Igualdad, donde su representante, Irene Montero, ha lamentado el cambio de rumbo: "Hay quienes quieren quitarnos la calle para luchar. Como miembro del Gobierno estoy obligada a cumplir las recomendaciones del gobierno, pero ello no quita para que seamos conscientes del señalamiento y la criminalización del movimiento feminista, y en eso no nos van a encontrar", ha concluido este jueves la ministra.