Unicef España ha puesto en marcha una campaña, denominada "Cumpledías", para erradicar la desnutrición, un objetivo que ya ha empezado a conseguirse en Mauritania, donde las madres agradecen que sus hijos hambrientos hayan dejado "de comer arena" gracias a las ayudas recibidas.

180 millones de niños son víctimas en todo el mundo de desnutrición crónica

Cada día mueren 6.400 niños por causas relacionadas con la desnutrición, ha asegurado la presidenta de Unicef España, Consuelo Crespo, que ha explicado que con un simple SMS que se mande con la nueva campaña se consigue un día de tratamiento para un pequeño desnutrido, y que en tres o cuatro semanas puede superar su dolencia.

Crespo, que ha recordado que mañana celebra el Día Universal del Niño, ha dicho que desde 1990 la mortalidad infantil se ha reducido un 41%, pero que entre los grandes retos que queda por cumplir se encuentra el de evitar que una de cada tres muertes infantiles en el mundo sea por desnutrición.

Los esfuerzos de Unicef y otras organizaciones de cooperación, unidos al compromiso de las autoridades de Mauritania, ha dado como resultado que en ese país africano 576.000 niños hayan recibido tratamiento para la desnutrición aguda este año y que 87.000 niños con desnutrición crónica ya no coman arena.

"Mauritania es cielo y tierra" y allí los niños comen arena porque "tienen hambre", ya que las cosechas y los oasis han desaparecido, ha subrayado Crespo, que ha especificado que a los cooperantes de la zona les llamó la atención que al recibir ayuda contra la desnutrición las madres coincidían en destacar que sus hijos ya no tenían que comer arena.

Es el caso de Habibi (2 años), uno de los niños mauritanos que en tan solo dos meses y medio se ha recuperado de su desnutrición y que aparece en la campaña de Unicef donde se demuestra que para estos pequeños lo importante no es cumplir años, sino días, ha comentado Consuelo Crespo.

"Cuando existe voluntad política y se cuenta con los recursos que la comunidad internacional ha comprometido" la ayuda logra "cambios reales y sostenibles que marcan definitivamente la diferencia en la vida de las personas", ha enfatizado la presidenta de Unicef.

Desde 1990, Mauritania ha reducido la desnutrición infantil crónica a la mitad y, aunque uno de cada cuatro menores de 5 años sigue sufriéndola, solo suponen la mitad de los casos que se dan en el resto de África.

En la actualidad, 180 millones de niños son víctimas en todo el mundo de desnutrición crónica -especialmente desde que nacen hasta que cumplen 2 años- y ello les puede provocar un retraso en el crecimiento y daños físicos y cognitivos irreversibles.

Otros 20 millones luchan para hacer frente a la desnutrición aguda severa, que llega a matarles si no reciben la atención adecuada.

"La ayuda no puede detenerse", especialmente en la franja africana del Sahel, donde la hambruna detectada en 2011 no ha aumentado al menos y 600.000 niños han sido salvados de desnutrición grave, ha asegurado la directora ejecutiva de Unicef España, Paloma Escudero.