Sólo ocho de los 24 heridos al caer una carcasa de fuegos artificiales sobre el puente de San Pablo, en el centro de Burgos, siguen hospitalizados, ha informado el concejal de festejos, José Antonio Antón Quirce.
El accidente, que se produjo poco antes de la medianoche, durante la cuarta sesión de la muestra de fuegos artificiales en las fiestas de San Pedro y San Pablo, dejó 24 heridos, varios por quemaduras y la mayoría por contusiones al intentar evitar la carcasa, que cayó durante el lanzamiento de los fuegos en el puente más cercano al lugar desde donde trabajaba la pirotecnia.
Entre las personas que fueron atendidas, ocho permanecen ingresadas en el hospital universitario de Burgos, entre ellas dos menores de edad con quemaduras. El concejal de Festejos, José Antonio Antón, ha insistido en que el perímetro de seguridad y los protocolos de emergencia funcionaron tras producirse el accidente.
Incluso ha asegurado que las vallas de seguridad para apartar al público del lugar donde estaba el material pirotécnico se encontraban a una distancia mayor de la que establece la normativa.
El espectáculo se suspendió inmediatamente después del suceso y al lugar acudieron ocho ambulancias y el resto de servicios de emergencia para atender a los heridos. Antón, que es el presidente del jurado de la muestra internacional y fue testigo de lo sucedido, ha asegurado que se investigarán las causas por las que la carcasa cayó en el puente tras el lanzamiento.
Ha destacado también la calma del público en el momento en que se produjo el accidente y ha rechazado que se produjera una estampida tras la explosión de la carcasa. En su opinión, los heridos por contusiones se registraron al intentar evitar la carcasa incendiada pero "no se produjeron carreras, sino por un movimiento lógico para apartarse del lugar de la explosión".
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