Cuatro de los 49
intoxicados por mercurio, hace seis años, en la empresa Asturiana de Zinc
llevan más de dos semanas acampados y en huelga de hambre. Hoy siguen sufriendo
las consecuencias. "Tengo una pérdida del campo visual de un 90%, dolores neuromusculares,
lumbalgia y cefaleas", explica Víctor Calota, extrabajador intoxicado.
Dicen que seguirán hasta
que se les atienda médicamente cómo se les prometió, con expertos. "Atención médica con especialistas en lo que
tenemos por el mercurio. Necesitamos toxicólogos sí o sí", apunta David Peláez,
extrabajador.
Esas pruebas -de un
especialista toxicólogo- son fundamentales para certificar incapacidad y poder
solicitar las ayudas que les corresponderían y les niegan. "Precisamente
porque no consiguen relacionar las secuelas que padecen con la intoxicación al
no tener un toxicólogo que avale esos informes", apunta Dori Acevedo,
portavoz de la Asociación Asturiana de Intoxicados por Metales Pesados.
"No he podido volver a trabajar ni nada (...) Estoy a la espera de
juicio para que me concedan la incapacidad", explica David Román, otro
trabajador.