Si quisieran sumarse al paro mundial de mujeres el próximo 8 de marzo no podrían: "Ni tenemos vacaciones, ni tenemos derecho a huelga", estoy entregada a su cuidado. Sol Rincón cuida desde hace seis años a su marido, con una enfermedad degenerativa. Necesita atención las 24 horas del día: "No puedo decir que no trabajo".

Noemí Ferrer es enfermera y madre, trabaja media jornada y la otra media la dedica a su hija de 14 meses: "He tenido que pedirme una reducción de jornada, yo y no su padre, para poder salir antes y cuidarla".

Siguen siendo ellas las que cuidan. "Si hay que salir del mercado laboral para atender cuidados en la unidad familiar, es la mujer la que sale porque tiene el salario más pequeño y las condiciones laborales peores", explica Pilar Morales, secretaria de la Mujer de CCOO en Madrid.

Sigue habiendo profesiones asociadas al género femenino: peluqueras, limpiadoras, enfermeras... ¿Y si todas ellas fueran a la huelga? "Para empezar, no sería posible que las mujeres hiciesen este paro porque quedarían paralizados muchos servicios", ha subrayado Natividad López Langa, enfermera escolar y presidenta AMECE.

Por ellas y por todas ONG y asociaciones feministas piden a todo el mundo que el próximo día 8 se sumen a este paro mundial de las mujeres. Un grito por la igualdad de derechos y por la erradicación de la lacra de la violencia machista.