Rubble ha fallecido a los 31 años (que equivalen a 150 años de humano) en Exeter, Reino Unido, según publica 'The Sun'. Su dueña, Michele Heritage, recibió el gato como regalo en su 20 cumpleaños y le ha despedido con 51 años".

"Era parte de una camada de gatos que tenía una amiga de mi hermana. Yo me acababa de independizar en mayo de 1988 y me sentía sola en casa, así que me regalaron el gatito para que me hiciera compañía", ha recordado Heritage.

"Ha sido un compañero increíble con el que tuve el placer de vivir durante mucho tiempo", ha expresado la mujer, quien ha atribuido la larga vida del felino a que "lo mimaba como a un niño", ya que no tenía hijos, por lo que todos los cuidados y el cariño iban dirigidos a su mascota. "Si te importa algo, no importa lo que sea, va a durar", ha asegurado.

El gato, de raza Maine Coon, se había convertido en el más viejo del mundo en mayo de 2019. Sin embargo, Michele Heritage ha contado que el animal empezó a "envejecer muy rápido" en los últimos meses.

"En Navidad le dije a mi marido que creía que sería la última que pasáramos con Rubble. Había empezado a dejar de comer y sólo bebía agua, por lo que adelgazó mucho", ha manifestado Michele Heritage.

Así, fueron pasando los días y el animal siguió sin comer y perdiendo peso hasta que un día se marchó: "Fui a trabajar como siempre y cuando llegué a casa mi marido dijo que Rubble se había ido por la carretera como todos los días; sin embargo nunca volvió, así que creemos que se fue a morir como los gatos", ha relatado Heritage.