La Guardia Civil ha intervenido 404 cachorros de perro de diferentes razas en el mes de diciembre en operaciones llevadas a cabo en Toledo, Zaragoza, Málaga, Sevilla y Burgos. En un comunicado, la Guardia Civil recuerda que no se pueden introducir en España, y, por lo tanto, tampoco vender, perros procedentes de otros países menores de tres meses.

Con motivo de las fiestas de Navidad, la Guardia Civil ha intensificado las inspecciones y el control sobre el transporte de animales de compañía, la venta ilegal de mascotas, las cartillas de vacunación debidamente cumplimentadas y los centros y residencias de animales.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha realizado estas inspecciones, sobre todo en instalaciones dedicadas a la cría y comercialización de perros, y ha levantado actas de diversas infracciones.

En estas actuaciones, los agentes han detectado "numerosas" irregularidades en el transporte de mascotas, entre ellas la falta de la madurez legalmente requerida para su desplazamiento intracomunitario.

Ante esta situación, la Guardia Civil aconseja a la hora de comprar una mascota adquirirla en un centro con autorización para la venta de animales y que ofrezca "la suficiente garantía", y pedir información sobre su origen, solicitando el pasaporte sanitario si es importado para comprobar que el número de microchip y la fecha de nacimiento coinciden con la cartilla sanitaria del animal.

También es necesario conocer las vacunas que precisa, las que tiene y dónde han sido puestas, y pedir información sobre el tiempo de cuarentena que la mascota ha estado en el establecimiento de venta desde que fue comprado hasta que va a ser vendido, ya que este periodo asegurará que el animal no enferme a los pocos días de la compra.

La Guardia Civil subraya que hay que prestar especial atención a la venta por internet de animales, especialmente cuando los precios sean excesivamente bajos, y comprobar que se cumple toda la normativa. Y recalca que a la hora de adquirir una mascota hay que concienciarse de que el animal necesitará atención y cuidados a lo largo de toda su vida.