A partir del próximo viernes, Nieves tendrá que abandonar su vivienda acompañada por sus dos hijos de nueve y seis años respectivamente. Un juez lo ha decidido por ella. Su marido, condenado a ocho meses de prisión por malos tratos y con una orden de alejamiento cursada, se queda con el inmueble. Los golpes físicos le llevaron a pedir el divorcio.
No tiene trabajo, hace meses que ya no cobra el paro y no tiene a dónde ir. También ha perdido todo el patrimonio que tenía con su excónyuge. Lo que sí le ha quedado es un mar de deudas. Él era el administrador de la empresa y Nieves no estaba dada de alta en la Seguridad Social.
La administración le ha concedido una renta mínima de inserción 137 euros, que aún no ha cobrado. Ha solicitado la paga de 400 euros como víctima de violencia de género pero tampoco recibe respuesta. Ahora se plantea instalarse en una tienda de campaña.
Acude a diario a un comedor social. Comedor que visitó hace unos días la princesa Leticia y le pidió ayuda. Ha recibido una carta de la Casa Real, indicándole que su caso está en manos del Ministerio de Justicia. Pero, de momento, si nadie lo impide, el viernes tendrá que abandonar su hogar.