Decenas de personas se han manifestado frente al Parlament de Cataluña para pedir medidas urgentes con el fin de evitar una nueva cascada de muertes en las residencias de ancianos.

José María Cheville es una de las personas que ha acudido a la manifestación, y ha narrado a laSexta cómo fue la historia de su madre. Ella tenía 93 años, pero no tenía problemas graves.

Estuvo pendiente de cada síntoma que manifestaba para intentar salvarla, pero asegura que desde la residencia no le informaron. "Le daban morfina, había tenido fiebre y a mí nadie me lo dijo. Cuando me enteré se estaba muriendo", ha lamentado.

Xavi Casanovas también ha perdido a su madre, aunque no solo por el coronavirus. Cuando salió de su residencia en la Barceloneta para trasladarse a una medicalizada tenía unas úlceras que su propio hijo achaca a un posible abandono. "No se les ha dado de comer, no se han hecho higienes ni cambios posturales", ha espetado. Por eso, su muerte fue aún más dolorosa.

María Luisa Viñas es la hermana de otra de las víctimas, aunque él sí puede contarlo. Asegura que ella se ha quedado "sin poder andar" y casi sin conocer a su familia por la falta de dedicación, mimo y compañía en la residencia en la que habita.

La posibilidad de que se repita la situación de marzo preocupa a María José, organizadora de una de las plataformas que piden mejoras. Ella se pregunta a qué esperan para preparar una una eventual nueva ola porque, afirma "no hay más personal, no hay equipamiento médico y no se pueden hacer aislamientos", por lo que "va a pasar lo mismo". Cerca de 20.000 ancianos han muerto en España en residencias por coronavirus o síntomas compatibles.