Los ertzaintzas no caben en los nuevos vehículos policiales "No entro, mi cabeza no entra", cuenta un agente. Tienen dificultades para entrar y para conducir, ya que las rodillas rozan con el salpicadero. Tampoco pueden frenar bien, y eso sin todo el equipamiento policial.
Los sindicatos pidieron la retirada urgente de estos vehículos, pero la solución que llega desde el Gobierno vasco es que los agentes calienten antes de entrar en el coche y que hagan una tabla de estiramientos cada 20 o 30 minutos para evitar lesiones: "Esto es una tomadura de pelo, pero a lo grande", ha declarado Roberto Seijo, del sindicato Er.N.E.
La parte de los detenidos no mejora: apenas cabe una persona y se golpean la cabeza con la mampara. Para mejorar los problemas de espacio, la administración vasca propone, entre otras medidas, quitar la guantera para ganar diez centímetros de espacio.
Los sindicatos se han reunido con la Inspección de Trabajo y representantes del Gobierno vasco. De momento, los agentes tendrán que calentar antes de patrullar porque los coches se quedan.