A Rubén le cambió la vida visibilizarse como transexual, y según cuenta, fue en el colegio donde más lo sufrió: "Me ridiculizaban y claro yo cada día me sentía peor. Yo he tenido muchas veces en la cabeza las ganas de quitarme la vida porque pensaba que no quería seguir con esto".

Además, explica que no encontró apoyo ni en sus compañeros ni tampoco en sus profesores, que no le llamaban por su nombre y le relegaban al baño de discapacitados por ser transexual. "Eso a mi me afectó bastante, yo estaba en mi casa y pensaba en si ser trans es malo o es bueno hasta que al final me di cuenta por mí solo de que el problema en verdad lo tenían ellos".

Pero no sólo en la etapa escolar se viven situaciones de discriminación, también ocurre en la laboral. Según Marea Arco Iris, un 85% de las personas trans están en paro.

Un ejemplo de ellos es Izan, que sufrió transfobia desde su primer día en el trabajo: "A la hora de pedirme la documentación para darme de alta en la Seguridad Social he tenido problemas y reproches del tipo 'estamos buscando a un hombre y no a una mujer'".

Tras cinco días en su puesto, Izan fue despedido cuando le pidieron la documentación. "Sólo dejé de interesarle por lo que ponía en mi DNI", aclara.

Las asociaciones por la inclusión LGTBI aseguran que la falta de información sobre las personas transexuales en las empresas es uno de los escollos a superar, ya que consideran que la formación al personal de contratación en recursos humanos es crítica para que entiendan el colectivo trans.

Un problema que aseguran que hay que seguir reivindicando. Por eso, en el orgullo de este año pretenden visibilizar sus derechos para acabar con la estigmatización.