En la noche más calurosa del año los sevillanos son los que mejor han sabido combatirlo con bañador, piscina nocturna y mojito. Los que peor lo han pasado han sido los madrileños, que incluso en plena noche en las terrazas era imprescindible los difusores de agua para refrescar los 31 grados a media noche.

Los 28 grados nocturnos de Ávila, donde están poco acostumbrados, ha sorprendido a los habitantes de la ciudad. "Yo me tuve que retirar ropa en la noche, lo que no he hecho nunca", aseguraba una señora. Por otro lado, los resultados de la noche más calurosa del año se han dejado ver en las caras de cansancio y desgano por parte de la población. "Vamos como un zombi ahora", decía un señor.

En Granada sigue haciendo falta un botellón de agua para hidratarse, porque tampoco han conciliado el sueño. "Toda la noche bebiendo agua, no he dormido ni una chispa", comentaba una señora.

Afrontar el trabajo ha sido más duro de lo habitual. "Es imposible, llegas cansado al trabajo y sales más cansado aún", decía el trabajador de una cafetería. "Estoy cansada y tengo dolor de cabeza", comentaba una camarera. "Cansancio, agotamiento, posiblemente vamos a tener más problemas para concentrarnos, atender y por lo tanto para memorizar", comentaba Yolanda de la Llave, doctora del Instituto del Sueño.

Las temperaturas asfixiantes que han provocado el cierre del Parque Nacional de Montserrat. "El acceso a pie a todas las zonas del parque natural quedan restringidas", comentaba un guardabosque. Los agentes policiales se encuentran en vigilancia extrema para evitar incendios como el de Rocallaura que este martes acabó casi con 800 hectáreas.