Las cadenas humanas se suceden por la calles, por las naves y los portales. 1.300 voluntarios que desde el lunes ayudan en San Llorens. El rey en su visita dijo estar orgulloso por la enorme solidaridad que estaba viendo. Y no es para menos.

Tal ha sido la avalancha de ayuda que el 112 ha tenido que pedir que no lleguen más voluntarios. Los cupos están cubiertos hasta el domingo pero todos encuentran la manera de ayudar: "Como voluntarios no nos dejaban pasar porque ya estaba desbordado. He llamado al ayuntamiento y me han dicho que necesitaban material de limpieza".

Se organizan entre ellos: "Hemos hecho un grupo de Whatsapp y nos hemos conocido hoy, y hemos formado un grupo y hemos subido todos en un coche y hemos venido cargados de agua, de cubos, productos de limpieza…".

Los vecinos están impresionados por la acogida: "Esta es la gente que nos ha ayudado a que hoy tengamos un ánimo diferente y pensemos que esto lo vamos a poder sacar adelante". E intentan devolverles todo lo que les están dando: "Creo que el pueblo se está volcando más en preocuparse por los voluntarios que por ellos mismos".

Es el caso de Koldo, ha colgado su estrella Michelín y se ha puesto el delantal, para dar de comer a los voluntarios: "Es importante dar bocadillos pero también un plato de cuchara te alegra el cuerpo". Ellos lo agradecen y continúan con lo que les ha llevado allí: devolver la normalidad a las calles y a las vidas de los vecinos tras el desastre.