Buena conducta, conocimiento del español y ahora, además un examen de 'españolidad' para los 100.000 inmigrantes que cada año solicitan la nacionalidad.

Lo del trivial de cultura general no es nuevo. Muchos jueces sometian a los inmigrantes a un cuestionario que muchos españoles no podrían responder, pero ahora el nuevo borrador lo hará obligatorio y común a todas las Comunidades. Aún no se sabe en qué consistirá la prueba ni cómo puntuará, de ahí el temor a que el Gobierno de turno decida de manera discreccional quién es lo suficientemente español: "Es completamente absurdo y además, discriminatorio", señala Gabriel Cuesta, de la asociación COIN.

Pero, sin duda, lo que más ampollas ha levantado entre los colectivos de inmigrantes es la posibilidad de perder la nacionalidad por alterar el orden público: "Si me pilla la Policía en una manifestación contra los recortes, ¿me pueden quitar la nacionalidad?"

Además se cambia el juramento ante el juez por un acta notarial. Lo que antes era gratis, ahora pasará a ser de pago.

Según Justicia, se trata de dar salida a los 400.000 expedientes de nacionalidad que colapsan los juzgados, y por el que la mayoría de inmigrantes esperan hasta tres años.