A Gloria le cambió la vida en 2010. Ahora necesita ayuda las 24 horas al día. Tiene dos prótesis en las piernas y una en el brazo. Dos de sus hijos han tenido que dejar de trabajr para cuidarla. Y todo por un error médico que ha reconocido el juez.

En 2010 Gloria acudió a urgencias del hospital de Badalona en 2010 por un dolor abdominal de tipo cólico. Le hicieron diversas pruebas y le dieron el alta, sin detectarle una obstrucción de las vías urinarias. Como el dolor no desaparecía tuvo que volver. Sufría ya una grave infección urinaria. Pero ni le cambiaron el antibiótico ni estudiaron el origen de la infección.

"El médico me dijo que no sabía qué le pasaba, pero mi madre se moría delante de mis ojos", afirma su hija. Su estado empeoró y tuvieron que trasladarla a otro hospital, donde ingresó en la UCI con insuficiencia renal, hepática y respiratoria, y una isquemia periférica que derivó en la amputación de pies y manos, porque la necrosis que sufrió ya era irreversible.

Para el juez, Gloria no recibió una respuesta adecuada en las urgencias del hospital de Badalona ninguno de los dos días en los que fue atendida: "Su hospital no cuenta por la noche ni con urólogo, ni con radiólogo, ni con ecógrafo". Porque, dice la sentencia, no le practicaron tods las pruebas necesarias, no fue correctamente diagnosticada y no se le prescribió el tratamiento idóneo. Para el defensor del paciente ésta es la prueba: hay que reclamar.

La sentencia condena a la aseguradora del hospital a indemnizarla con 746.00 euros a ella, y con 13.600 a cada uno de sus 5 hijos. "Es empezar de nuevo una vida muy difícil". Una mejora de la calidad de vida para una mujer que vio como se le daba la vuelta por un error médico.