Más de 500 tractores colapsan el tráfico en las calles de Lalín. Los ganaderos gallegos están hartos. La industria les paga el litro de leche a 25 céntimos o menos, pero producirlo les cuesta más de 33.

"Está fatal, nunca estuvo tan mal, jamás", comenta preocupado un ganadero. Héctor, otro afectado, ha tenido que despedir a dos trabajadores de su explotación.

Dice que si los precios siguen bajando tendrá que cerrarla. "A día de hoy se está cobrando a 0,23 y están amenazando con que van a bajar", asevera  preocupado.

Muchos jóvenes denuncian que están dejando morir el rural, porque no les dejan trabajar. "Tengo 25 años y realmente esto no da para vivir. La familia me dice todos los días que no da, y al final tienen razón" comenta David, joven ganadero.

Hasta los comercios han cerrado sus puertas. Se solidarizan con los ganaderos, de los que dependen también sus ingresos.

Los ganaderos salen a la calle para pedir una solución inmediata. Dicen que no solo está en juego el futuro de las 9.000 explotaciones gallegas, hay muchos puestos de trabajo que dependen de ellos de forma indirecta.

"Si éste sector desaparece, yo creo que muchos sectores gallegos se verían fuertemente afectados", explica Rafael Cuíña, acalde de Lalín.

Los sindicatos le piden a los órganos de gobierno que escuchen, solo ven una solución, fijar un precio en la leche como ya ocurre en Francia. Mientras no tengan respuesta, los tractores seguirán saliendo a la calle, pidiendo soluciones.