Ingresó en prisión, acusado de asesinar a su mujer y dos días después, el concejal de Serra aparecía ahorcado en su celda. Marcos Cabo estaba bajo un protocolo de vigilancia antisuicidio. Según los sindicatos tenía un preso sombra que le controlaba las 24 horas. Además su celda estaba acristalada, por lo que era imposible no controlar cada uno de sus movientos. Una muerte sospechosa que hace pensar que algo falló.
El abogado penalista, Ignacio Sanz, explica que "ha podido determinar una actuación irregular por parte del centro o no se ha seguido con rigor la aplicación de ese protocolo". La fiscalía investiga la muerte del concejal acusado de asesinar a su mujer tras supuestamente simular un incendio en su casa.
Un presunto maltratador al que el pueblo de Serra le rinde homenaje con un día de luto oficial, como explica el Ayuntamiento en un comunicado. Una vecina del pueblo asegura que "hay muchas opiniones sobre este caso. Unos lo ven culpable y otros no". Otra mujer piensa que "pudo haber sido ella la que tiró sola la gasolina".
Las asociaciones de mujeres consideran que es un retroceso en la lucha contra el maltrato. La justicia aún no se ha pronunciado, por eso consideran que hay que ser prudentes tanto para condenarlo como para rendirle homenaje. Mientras, el juzgado de instrucción se hace cargo de la muerte del concejal para determinar si Marcos Cobo se suicidó.