Preocupado, pensando que el pobre animal se había perdido o lo habían abandonado y vagaba sin rumbo intentando encontrar de nuevo su casa, el joven decidió acercarse a él para ayudarle.
Al ver que el perro llevaba una placa en su cuello, pensó que esta sería de gran ayuda para devolver al animal a su casa. No obstante, la inscripción que rezaba en el collar lo dejó cuanto menos sorprendido: "Mi nombre es Dew. No estoy perdido. Me gusta vagar. Dime que me vaya a casa".
Por lo visto, Dew es un perro que vive en una granja familiar pero que tiene un espíritu libre. Así, su familia le permite pasear por la ciudad a sabiendas de que el perro es capaz de volver a su hogar sin ningún problema.
Incluso, Dew cuenta con una página de Facebook donde se pueden seguir sus aventuras por la ciudad y el campo.