En Hoya de Buñol-Chiva, Valencia, hay un humo que no quieren respirar: "Huele fatal, como si estuvieran quemando neumáticos de coches, pues igual" se queja un vecino de Buñol.
El humo sale de la Cementera de Buñol y para los vecinos de la zona es una fuente de contaminación: "Esta porquería lo contamina todo. Lo que nos comemos, lo que bebemos y lo que hay en ello" se queja Juan Rosale, de la Plataforma de Aire Limpio.
"No estamos en contra de la cementera, en absoluto, estamos en contra sobre todo del combustible que utiliza esta industria" apunta Georgina Gil, perteneciente también a Aire Limpio.
Cemex, dueña de la cementera, usa como combustible para fabricar cemento coque de petróleo y derivados de residuos como harinas cárnicas, líquidos y disolventes, entre otros.
"Las sustancias que quemamos o valorizamos no son dañinas para el entorno ni para la salud de las personas. Que Cemex se dedica a fabricar cemento y nada más, no incineramos, no quemamos basura" recalca Tomás Sánchez, director general de CEMEX España.
Algo que desde ecologistas en acción, no se creen: "La teoría de la combustión perfecta que defienden los cementeros dicen que bueno, todas las sustancias se destruyen en el horno, esto no es cierto, son sustancias que no son atrapadas por los filtros que tienen las cementeras" explica Carlos Arribas desde dicha asociación.
Por eso protestan, y siete ayuntamientos de la comarca piden limitar esas emisiones: "Queremos mediciones en todos los puntos donde hay contaminación" reclama Manuel Silva, de la Plataforma Aire Limpio.
"Que se hagan estudios epidemiológicos seguros, porque nos constan los cánceres, las enfermedades pulmonares o las neurológicas" clama María Ángeles Llorente, teniente de alcalde de Cheste.
La Generalitat no quiere incineradoras, pero aún no ha fijado la cantidad máxima de residuos a incinerar.
"Estamos en la fase de revisar la autorización ambiental integrada para reducir posibilidades de incineración que tengan y sobre todo las posibilidades de incinerar residuos que sean peligrosos" cuenta Julián Álvaro, secretario de Medio Ambiente de la Generalitat de Valencia.
Lo que ya han aprobado es una tasa para castigar la incineración de residuos.