La Policía está inspeccionando el coche de Óscar, uno de los amigos de Esther López, tras hallar una hendidura en la carrocería. La investigación ha dado así un giro que ahora se centra en descubrir si el joven ha cambiado alguna pieza del vehículo de forma reciente.

El coche de Óscar ya fue inspeccionado con anterioridad. Allí, los agentes encontraron restos de ADN de Esther, pero podrían ser compatibles con que la joven dejara el bolso o la chaqueta en el maletero. También, explica Beatriz de Vicente, hallaron "restos de sangre" del propio Óscar, aunque no se vinculó a ese periodo de tiempo concreto.

No obstante aún hay muchas incógnitas por resolver. Según ha indicado la criminóloga, el joven ha narrado tres versiones. La primera fue que Esther y él se pelearon y ella decidió bajarse del coche. La segunda apuntaba a que había quedado con una persona y por eso se bajó, la tercera a que buscaba a alguien.

"Tampoco fue a trabajar al día siguiente, lavó el coche, no contestó a los Whatsapp hasta las 18:00 horas del día siguiente", ha matizado Leo Álvarez. Además, ha indicado de Vicente: "El cuerpo de Esther se coloca expresamente boca abajo con la mejilla sobre el suelo y los brazos pegados al cuerpo. Una postura que parece respetuosa, con sus objetos al lado, pero no sabemos si se trasportó 10 metros o 10 kilómetros", ha indicado la experta.

Otra de las conclusiones es que Esther no murió en el acto. De hecho, las heridas del atropello no le produjeron la muerte inmediata. "Sí tenía traumatismos, pero en principio no tenían por qué acarrear la muerte de esta mujer", ha aseverado Álvarez.