Tres años después de la tragedia del Madrid Arena, las familias de las cinco víctimas aún esperan justicia pero no será hasta el 12 de enero cuando veamos a los 15 acusados sentados en el banquillo, entre ellos Miguel Ángel Flores. Es el promotor de la fiesta y responsable de vender las 22.000 entradas, el doble del aforo permitido en el recinto.
El juez pide para él cuatro años de cárcel por cinco delitos de homicidio por imprudencia grave, mientras tanto permanece en libertad bajo fianza de 200.000 euros y no parece haber perdido el tiempo. Según apuntan algunos medios, el conocido como “rey de la noche madrileña” formaría parte del proyecto que quiere instalar un megacomplejo de ocio en la Estación de Chamartín en Madrid.
Junto a él también se sentarán en el banquillo el exjefe de la Policía Municipal de Madrid, Emilio Monteagudo y el responsable sanitario esa noche, el médico de casi 80 años Simón Viñals.
En el sillón de los acusados no se sentará ningún cargo público. Aunque la gestión de la tragedia se llevó por delante a Pedro Calvo, entonces presidente de Madrid Espacios y Congresos, a la concejal de Seguridad y Emergencias Fátima Núñez y también a Miguel Ángel Villanueva, mano derecha de Ana Botella y a quien se relacionó directamente con Flores.
Isabel De la Fuente, madre de una de las víctimas del Madrid Arena, recrimina que “los políticos del ayuntamiento deberían de estar también imputados, porque no solamente están para cobrar, sino también para responsabilizarse”.
Isabel ha iniciado una campaña de recogida de firmas para que el Ayuntamiento cierre las puertas del Madrid Arena hasta que cumpla con todas las normas de seguridad.