Escuchando cómo responde a la primera llamada ya se percibe que Francisco Iglesias no entra dentro del concepto habitual que tenemos de operador del Samur. Cuando la avalancha ya se ha producido, le llaman varios heridos de los que duda y a los que corrige, y con los que incluso se muestra desafiante.

Por último, llega a mentir a la persona que realiza una llamada de emergencias desde una discoteca en el centro de Madrid, asegurando que el Samur no puede entrar a recintos privados, y que la ambulancia no puede llamarles cuando llegen a recoger a la persona herida.

Hay que recordar que Francisco Iglesias es realmente conductor de ambulancias, aunque esa noche le pusieron a contestar el teléfono.

El portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Enrique Núñez, ha subrayado que el técnico que atendió de manera "desafortunada" la llamada del entorno de una de las víctimas mortales del Madrid Arena ha sido "retirado de la atención telefónica" y ha matizado que, con independencia de su actuación de esa noche, el servicio del Samur "se prestó" adecuadamente.

Por otro lado, el director general de Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Alfonso del Alamo, avaló la formación del técnico, al tiempo que defendió la "robustez" del sistema de comunicaciones, tras las críticas lanzadas por la oposición.

Del Alamo ha detallado que el trabajador había superado la formación necesaria que le acreditaba como técnico en emergencias sanitarias, "veinte puntos por encima" de la calificación que se necesitaba para obtener la titulación.