Mensaje contundente y claro desde la confernecia episcopal. José María Gil Tamayo, portavoz, ha dicho que "las víctimas son lo primero, tolerancia cero". Apoyo total a las víctimas y también al arzobispo de Granada. 

Gil Tamayo ha enseñado incluso el protocolo eclesiástico en caso de abusos a menores y ha insistido en que el arzobispo ha cumplido en todo momento con él: "El arzobispo ha iniciado los protocolos al tener conocimiento y se ha puesto en contacto con la santa sede".

También han remarcado su papel secundario en la investigación, echando balones fuera hacia la santa sede y asegurando incluso que toda la información que conocen es la que escuchan a través de los medios de comunicación. 

Sobre la presunta implicación del clan de los 'Romanones', Gil Tamayo ha mostrado contundencia: "Si es un grupo de sacerdotes pernicioso y se dilucidan responsabilidades, se estirpa porque no merecerán vivir así". 

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha contestado a la pregunta de si ha encubierto a alguno de los acusados diciendo que "para nada" y ha confirmado que "según la denuncia" podría haber más víctimas.

Llama la atención que desde que tuvo conocimiento de los hechos, el pasado 30 de agost, hasta que tomó medidas cautelares pasó mes y medio. Sin embargo, Francisco Javier Martínez ha tardado en contestar a la pregunta sobre quiénes son los 'Romanones'. "Con ese nombre no los conozco, hay sacerdotes con una cierta vida de comunidad, pero ese nombre me parece que es ofensivo". Ofensivo o no, ese nombre está, según la SER, bajo la atenta mirada de la Fiscalía, que investiga sus propiedades y cómo se financiaban.