La Fiscalía acusó al hombre en el juicio de haber cometido violaciones continuadas contra su esposa, las tres hijas de esta y haber realizado diversos tocamientos a la hija menor que tenían en común, aunque ha sido absuelto de los dos últimos ilícitos por falta de pruebas.

Los "tocamientos por todas las partes del cuerpo, especialmente en la vagina" comenzaron cuando la mayor de las tres hijastras tenía 12 años mientras que "los accesos con penetración" arrancaron cuando tenía 13 años, según explica la sentencia.

A la segunda de las niñas, la que denunció los hechos, los "manoseos en su cuerpo" empezaron cuando tenía diez años, con agresiones sin preservativo y utilizando la fuerza, durante las cuales "la sujetaba o empujaba contra una pared u objeto".

La menor de las tres sufrió estos abusos desde los 11 años, cuando el condenado le bajó la ropa en una cuadra para comprobar si "tenía pelos en los genitales" y también la golpeaba con "ánimo de doblegar su voluntad, avergonzarla y humillarla".

La Audiencia Provincial considera que es responsable de tres delitos continuados contra la libertad sexual, en la modalidad de agresión sexual agravada, por lo que le ha impuesto, por cada uno de ellos, la pena de 14 años y diez meses de prisión para un total de 44 años y medio. El fallo establece, además, una indemnización de 100.000 euros para cada una de las víctimas