Asegura que su marido la tenía amenazada y le obligó a pagar con tarjetas que había robado. Le amenazó con quitarles a sus hijos si no lo hacía. Consiguió salir de aquel infierno, pagar lo que robó y  rehacer su vida con sus hijos y un trabajo. Pero vive pendiente de una llamada para entrar en prisión.

Su caso recuerda al de Emilia y como ella, suplica un indulto. En 2006, la expareja de María Eugenia robó tres tarjetas de crédito. Una pertenecía a una mujer por eso la necesitaba a ella, embarazada y con un bebé de 6 meses, para robar. “Me dijo que si no lo hacía no volvía a ver a sus hijos”, asegura que lo hizo coaccionada por su expareja, que la maltrató durante años.

María Eugenia ha devuelto ella sola todo lo sustraído, unos 2.000 euros, paga una multa mes a mes y ha rehecho su vida. Ahora tiene un trabajo estable y saca adelante como puede a sus tres hijos, envuelta en batallas por la custodia. “Arruinaría su vida para ellos es muy duro, no saben lo que pasa”, lamenta María Eugenia.

Sin antecedentes, fue condenada a 28 meses de cárcel. Siete años después, angustiada, vive pendiente de una llamada para ingresar en prisión. La juez desestimó en enero la petición para suspender su entrada en prisión, que puede producirse en cualquier momento.