"Sentía sus erecciones rozarme y cuando yo me apartaba, me decían que no tuviera miedo que lo hacían solo para cuidarme. Varias veces me decían que yo también les tocara a ellos". Dice que le aseguraban que esas prácticas eran naturales y estaban autorizadas por Dios. Asegura que sufrió tocamientos y humillaciones de los cuatro detenidos: "En contadas ocasiones les veía darse besos en la boca cuando se veían, pensé que no era natural".

Asegura que todo esto le ha dejado marcado de por vida, ha desarrollado una ansiedad que no le deja dormir y le provoca llantos repentinos. Los expertos creen que estamos ante todas las características de una secta. La primera, tener un líder o grupo de líderes, en este caso sería presuntamente el padre Román. La segunda, captar y aislar a los posibles seguidores.

Ambos denunciantes aseguran que poco a poco le fueron separando de su familia, aislándoles y lavándoles el cerebro: "Si no hacía vida con ellos y no iba a los sitios que me decían tenía que dejar el grupo ya que no estaba con la doctrina de Dios y entonces comenzaban a hablarme del infierno".

La tercera característica sería conseguir financiación a través de sus seguidores. Es justo lo que ha pasado con la presunta herencia millonaria que recibieron de una feligresa. Por esto, la Red de Prevención del Sectarismo y del Abuso ha anunciado que también se va a personar como acusación popular contra el clan de los 'Romanones'.