En Nochevieja hay dos tipos de personas: los que creen ciegamente en los efectos de las supersticiones y los que, directamente, no se toman ni las uvas y pasan completamente de los cuartos y de las campanadas en general. "Lo que venga, vendrá y sino pues nada", señala una mujer en la calle. "Desde que no me tomo las uvas me va mejor", asegura otro.

Eso sí, los que creen, lo hacen de verdad de la buena. Sin pasar por alto ningún ritual. "Todas las generaciones de mi familia lo han hecho siempre", confiesa un joven. "Vamos a repetirlo por si acaso", bromea otro. Dentro de los rituales, están los más típicos: tomar las uvas con los pies levantados y pisar, después, con el pie derecho; brindar con la copa de champán y el anillo de oro dentro; así como comer lentejas antes de despedir el año para atraer a la prosperidad.

También hay quien elige un color especial para su ropa interior este 31 de diciembre. El rojo, el de la buena suerte, según sostienen algunos. Y para rituales el que han impulsado los jóvenes desde las redes con un objetivo: encontrar el amor en 2023. Para ello se toman todas las uvas debajo de la mesa. También hay opciones para los viajeros. "Coges una maleta y entras y sales por la puerta de tu casa tres veces con la maleta y eso es para tener muchos viajes en el próximo año", explica una de ellas. Elijan el reto que elijan, puede que les funcione o no. Lo que está claro es que 2023 espera ser para muchos, el año de la buena suerte.