Unos alumnos de primero de la ESO de Badajoz, no pueden utilizar el transporte escolar. Una ruta en la que sí pueden viajar sus hermanos mayores que van al mismo instituto.
"Nos crean un problema terrible. Tenemos que organizarnos, padres y madres, trabajadores, todos los días para que nuestros hijos puedan asistir a clase", dice Félix Conde, padre afectado.
Las afectadas son varias decenas de familias de barrios periféricos de Badajoz. El instituo más cercano está a cinco kilómetros de distancia de sus casas, por lo que exigen a la administración un instituto en su barrio.
Justo el día antes de comenzar el curso recibieron la noticia. "Nos lo tendrían que haber notificado con más tiempo, desde julio que echamos la solicitud para el transporte escolar", se queja Cecilia Castro, madre afectada.
Los padres aseguran que quedan muchas plazas libres dentro de los autobuses escolares, con lo cual, no supondría ningún gasto adicional el hecho de que sus hijos también utilizasen ese transporte.
Por ello, no entienden la medida adoptada por la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura. "Pensamos que es un intento de quitarlo progresivamente. El modo es quitar a los de primero de la ESO y no admitir más niños, para ir recortando este servicio", explica Fátima Cortés, madre afectada.
Por su parte, la Junta de Extremadura asegura que se trata de un caso puntual, y que a partir de la semana que viene, estos alumnos afectados también tendrán plaza en el autobús.