Los ojos de Israel son distintos, tiene tres años y, mientras una persona normal ve la realidad tal y como es, él la ve de otra manera. “¿Cómo ves?“ le pregunta la madre de Israel. “A dos metros solo ve entre el 10 y el 20%, es realmente poco” dice la madre.
Israel tiene Aniridia una enfermedad rara por la que sus ojos no tienen iris.“No veo…” Por eso son completamente negros y extremadamente sensibles a la luz.
“Y necesita en exterior o en interiores muy soleados unas gafas de sol con filtro especial porque tiene fotofobia” dice la madre de Israel. Se pone gafas de sol "A la calle".
Ojos con Aniridia como los de Israel son observados por otros, los de Marta. Ella es bióloga y tiene una meta: "Saber por qué este niño ha desarrollado la aniridia y eso nos va a permitir darle un consejo en el futuro, reproductor, para su familia".
Marta lleva estudiando durante dos años centenares de muestras de ADN de enfermos de aniridia. "Intentamos saber el pronóstico de la enfermedad" dice Marta Cantón.
Con un fin, prevenir los males mayores que van aparejados a esta enfermedad, como glaucomas o cataratas. Pero no tiene financiación suficiente: la investigación de Marta corre el riesgo de ser cerrada.
Y ha buscado ayuda en la Fundación Mutua Madrileña, aunque la competencia ha sido dura. Lorenzo Cooklin explica que "se han presentado más de 400 proyectos".
Un comité científico ha estudiado el proyecto de Marta. La cuarta línea de investigación son las enfermedades raras en infancia. Y finalmente le han concedido una ayuda de 42.000 euros.
Esta ayuda permitirá a Marta alcanzar su meta: "Que en el futuro podamos encontrar explicaciones y terapias". Un proyecto que busca que los enfermos de Aniridia, como Israel, abandonen su presente incierto hacia un futuro más esperanzador.
Violencia machista
Investigan por qué no avisó la pulsera telemática del asesino machista de Mallorca
¿Qué falló? El presunto asesino, ahora detenido, tenía una orden de alejamiento y una pulsera telemática, que sin embargo no se activó cuando vulneró la prohibición de acercarse a la víctima. Ahora se investiga por qué.