La imagen de Barcelona desde la falda del Tibidabo, tras 85 días sin lluvia, impresiona. No se registraba una racha seca igual desde 1928. Prácticamente no cae una gota en la ciudad desde principios de noviembre. Si no llueve mañana, Barcelona batirá un nuevo record de sequía.

Una situación preocupante, pero no alarmante según el Ayuntamiento que afirma que "la situación no es dramática y hay recursos para abastecer agua". De momento, no hay alerta por contaminación, pero esta escasez de lluvias aumenta los niveles y eso se traduce en más problemas de salud.

El norte de la Comunidad Valenciana también llevan meses sin sacar los paraguas. Los médicos recomiendan no hacer deporte al aire libre dentro de la ciudad hasta que la lluvia purifique la atmósfera.