A Manuel se le detectó Leucemia crónica en el 2002, una enfermedad que sólo tiene una cura, el trasplante de médula.  Recibió en dos ocasiones transplantes de médula, y reconoce que "yo he tenido esa suerte, y mira, aquí estoy, disfrutando de mis hijos, y mis hijos disfrutando de mí".

La generosidad de una donante como Áurea hace que personas como Manuel puedan seguir con sus vidas. Áurea Martínez, donante de médula ósea, reconoce que "a mí me gustaría que si yo tuviera un familiar con leucemia, hubiera un posible donante y que contribuyera a ayudarle a sanar".

Pese a que su familia no quería que donase, ella no lo dudó. "Yo no me lo pensé dos veces, creo que el poder ayudar y ser solidario es lo más importante", afirma Áurea.

En España, el objetivo del Plan Nacional de Médula Ósea era alcanzar los 200.000 donantes en 2015, y a tres meses de acabar el año ya van 190.000. Pascual Balsalobre, coordinador de transplante de médula ósea del Hospital Gregorio Marañón, asegura que "ahora tenemos en torno a una 10-15% de pacientes con un paciente español, y lo que tenemos es que llegar a la autosuficiencia".

Una autosuficiencia a veces frenada por un miedo infundado. Según Jorge Galloso, responsable de la unidad de transplante de médula del Hospital Gregorio Marañón, "es un proceso bastante seguro, con pocas molestias, y generalmente no puede ser la limitación para disponer de más donantes".