Castilla La Mancha ha elevado al nivel 2 el Plan Territorial de Emergencia después de que millones de neumáticos empezaran a arder desde las 2 de la mañana, un total de 90.000 toneladas de ruedas.
El cementerio de neumáticos de Seseña se ha convertido en una hoguera de caucho de más de seis hectáreas, de la que lleva horas saliendo una columna de humo negro visible desde decenas de kilómetros a la redonda, y en la que es fácil perder de vista los helicópteros que trabajan en la zona.
El alcalde de Seseña cree que el fuego ha sido intencionado, porque es muy raro que hayan ardido en época de lluvia. El cementerio se encuentra muy próximo al barrio de El Quiñón, la ciudad del Pocero, donde sus vecinos y los de otras dos barriadas más, un total 9.000 afectados, han recibido la orden de cerrar ventanas y confinarse en sus casas.
Además de la Guardia Civil y la Policía Municipal, el hospital de Valdemoro está preparado para recibir cualquier emergencia, y la orden de alejarse del lugar y cerrar las ventanillas se extiende a los conductores que pasan por la A4 en plena operación salida.
Emergencias también les pide que no paren en el arcén para hacer fotos, porque el CSIC alerta de que el humo de los neumáticos es muy dañino para la salud. El hollín contiene compuestos altamente cancerígenos, y algunos podrían tardar hasta un año en desaparecer de la atmósfera.
Mientras, los bomberos siguen trabajando, y vecinos de la zona aportan retroexcavadoras y maquinaria pesada para remover el mar de neumáticos y formar cortafuegos que ayuden a frenar las llamas.