Vendex no escatimaba en gastos para contentar a los políticos que podían ayudarle a hacer negocio. La documentación incautada a la propia empresa deja constancia de relojes de lujo, botellas de vino y mucho dinero en efectivo.

El que fuera número dos en el Ayuntamiento de Lugo, reconoció en su declaración haber recibido 300.000 euros en sobornos a cambio de contratos municipales. Aunque su abogado alega que estaba tenso cuando lo dijo.

Vendex calculaba muy bien el valor de sus regalos dependiendo de el favor que el político de turno pudiera llegar a hacer. Y por eso había categorías. La especial, con caldos de lujo para los exalcaldes de Ourense y A Coruña. Un escalón por debajo, seis botellas de vino para los actuales alcaldes de Lugo y A Coruña, y así hasta la categoría F, con un vino asequible y una caja de marrón glacé.

López Orozco lo negó todo en el juicio, pero otros dan fe de que ese tipo de regalos eran una constante en la política gallega.