Cada vez que abre la boca, Luis Bárcenas siembra pánico y dudas. Bárcenas reconoció que había acumulado 38 millones porque está seguro de que Suiza va a enviar la información a la audiencia. Más que declaración fue confesión. En un ataque de sinceridad ayer le dijo al juez que en Suiza llegó a acumular esos 38 millones y no 22.

Al igual que el enfado de la calle lo que también sigue inamovible es su argumento de cómo amasó semejante fortuna.  Lo mismo que dijo en televisión, lo repitió ante el juez: Acertados pelotazos en la bolsa, compraventa de obras de arte... Demasiada suerte, dicen, los expertos para reunir tanto dinero.

Pero parece que Bárcenas tiene cierta simpatía por el juez Ruz, le cae bien. Ante él también reconoció que había ido al notario a dejar constancia de las cuentas del PP. Algo que olvidó cuando hizo el paseíllo en la Fiscalía.

Ante el fiscal dijo no saber nada de notarios y no es la única traba que le puso. También intenta enredar con su letra. La policía cree que la prueba caligráfica que hizo falseó la letra.