Los populares se empeñan en hacer ver que su reforma de la ley electoral sólo busca reflejar la voluntad de los ciudadanos y en demostrar que sus prisas nada tienen que ver con que faltan solo unos meses para las municipales y autonómicas. Íñigo de la Serna, alcalde de Santander, asegura que se busca "beneficiar a los ciudadanos y no a los partidos".
Pero la oposición en bloque rechaza lo que califican de “cacicada”, “golpe de estado”, “chanchullo”… Desde el Partido Socialista prometen guerra, van a impulsar un frente de oposición contra la reforma.
Entienden los socialistas que esto es una trampa, la última del Partido Popular, y creen que tiene un padre, Javier Arenas. Arenas resume el nuevo sistema de forma clara, "el que gane, gobierna, el que pierda, será oposición". Pero no es tan sencillo, no hay un modelo único. PSOE y UPyD no rechazan la segunda vuelta en las municipales, algo que ya se aplica en algunos estados alemanes, en Francia e Italia.
Pero el PP no se queda ahí, quiere cambiar el umbral de la mayoría absoluta. Que gobierne sí o sí el candidato que tenga un 40% de los votos y le saque cinco puntos al segundo. Su modelo se parece más al del Reino Unido, donde gobierna el candidato más votado, sin más.
En el centro de esta urgencia, más de uno ve a Podemos. Desde la formación critican las formas del PP. Tal es el rechazo que provoca la propuesta de Rajoy que incluso hay quien va más allá. El PNV, anuncian que lo llevarán al Parlamento Europeo.