El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Antonio Hernando, ha afirmado que es "inconcebible" que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no estuviera al tanto de la reunión mantenida entre el exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, con el Ministro de Justicia, Jorge Fernández Díaz, porque el Ministro es una persona del círculo de confianza de Rajoy y "le ha acompañado en toda su carrera política". "Esto implica también al presidente del Gobierno y tendrá que terminar dando explicaciones en sede parlamentaria", ha dicho.
En una entrevista en la Cadena Ser, Hernando ha destacado que con esta reunión "impresentable" el Gobierno "ha perdido la decencia y la vergüenza" y tiene que dar explicaciones. "Fernández Díaz tiene que comparecer ante los medios de comunicación , en el Congreso con pelos y señales, sobre quién llamó a quien, por qué se decidió hacerlo en el Ministerio, de qué hablaron. Tenemos derecho a saber de qué hablaron", ha resumido.
Además, ha recalcado que se trata de "un tema muy grave" porque Rodrigo Rato "ha sido todo dentro del PP y tiene mucha información sobre el PP" de la misma manera que el Ministro "tiene toda la información de las fuerzas de cuerpos del Estado".
En esta línea, ha afirmado que es "evidente" que Fernández Díaz "tiene otra información sobre la investigación de Rato" y que la reunión que mantuvo con el expresidente del Gobierno quizás respondió a un "vamos a no hacernos daño" o a un "a ver que hay de lo mío".
Hernando ha apuntado que esto es "lo nunca visto" y que desde el Gobierno se desprende una "sensación de impunidad terrible". "Creíamos que el Gobierno no nos iba a sorprender nunca más en materia de corrupción y de delincuencia, pues Jorge Fernández se ha superado", ha dicho.
Además ha recordado que el Fernández Díaz cesó a dos comisarios de la Policía por reunirse con el portavoz de Interior del grupo parlamentario socialista y que si ahora es el Ministro "el que se reúne con un presunto delincuente" se tendría que dar lugar a "un autocese".
LA FORMACIÓN PIDE LA DIMISIÓN DE FERNÁNDEZ DÍAZ