Esta tarde va a ser muy difícil encontrar una tienda, un bar o un comercio abierto en los alrededores del Congreso. La mayoría aseguran que a primera hora de la tarde echarán el cierre.

Están hartos de que en otras ocasiones les destrocen los escaparates o incluso reciban algún pelotazo desviado. Quien sí abrirá será la mítica cafetería Prado.

"En las veces anteriores se han roto los escaparates, se han dañado los cierres y han arrancado cosas de la fachada", explica Carlos Sánchez, empleado de ‘Artestilo’, en el Paseo del Prado.

“Han empezado a correr todo el mundo, la Policía cargando y cuando estábamos recogiendo nos pillaron aquí”, cuenta José Luis Báez, dependiente de una tienda en la Plaza de Neptuno.

“La Policía nos ha recomendado que por la tarde no abramos los establecimientos”, revela Alejandro Fernández, miembro de la librería científica del CSIC. “Cerramos por prevención. Si se escapa algún animal que tenga sitio donde correr”, sentencia Juan González, dueño de una droguería.

Pero no todos los negocios cierran. La mítica cafetería El Prado permanecerá abierta. “Quien quiere hacer algo no avisa, como dice el refrán, guerra avisada no mata soldado”, recuerda el popular camarero Alberto Casillas.