César Luena encendió la tensión en el Comité Federal cuando propuso la manera de votar la convocatoria de un Congreso: "Proponemos que se vote el punto dos del orden del día y dada la intensidad de la jornada y lo importante de esta votación y no tengo que explicar el por qué, proponemos que esta votación se lleve a cabo en secreto y en urna".
Una propuesta que provocó la discusión en la mesa, y Verónica Pérez, su presidenta, planteó cómo querían hacerlo los críticos a Sánchez: "Que votemos a mano alzada si queremos votación secreta o no. Por favor Rodolfo, por favor Rodolfo, te lo pido por favor".
La presidenta le pedía entre gritos al otro miembro de la mesa, Rodolfo Ares, afín a Pedro Sánchez, que no le arrebatara el micrófono. La tensión fue a más: "Hay un informe que está firmado y reconocido por la mayoría, por los tres miembros. Ruego a los compañeros y compañeras que tengan la capacidad de quitarme el micrófono, que no me lo quiten, porque os guste más o menos soy la presidenta del Comité Federal".
"Sánchez dice en plena discusión bueno se acabó vamos a votar y se levanta y se va detrás de la cortina, creía que se iba del Comité. Partidarios de Sánchez dice esto no puede ser" explica José María Barreda, expresidente de Castilla-la Mancha.
Uno de ellos fue José Blanco: "De verdad busquemos salidas y no nos bloqueemos a nosotros mismos. Si no buscamos acuerdos, da igual quién convoque el Congreso. Da igual quién lo gane. Estaremos muertos y Rajoy haciendo los carteles de la campaña electoral".
Una imagen que algunos califican de grotesca: "Era una urna de cartón que alguien había puesto sin formular la pregunta de una manera clara, aquello fue lamentable" cuenta José Antonio Pérez Tapias, del PSOE de Andalucía. Es la reproducción de la gran tensión que se vivió en el comité.