El interrogatorio de la asesina confesa de Isabel Carrasco se resume en una pregunta: "¿Está usted arrepentida por lo que ha hecho?”. La respuesta de Monserrat es un rotundo "no". Montserrat González ha exculpado a las otras dos acusadas, ha asegurado que “como iba a meterlas si no tenían ni idea". Y ha reconocido el día exacto en el que decidió el crimen: “cómo no salió García Prieto, decidí matarla”

Ha añadido que se trataba de la vida de Carrasco o la de su hija,  por la que sintió miedo. Prefirió matarla a ella y no a su hija.

Un acoso que también ha desgranado cuando quiso ir a casa de Isabel para mantener relaciones sexuales con ella.

La asesina confesa se ha derrumbado cuando hablaba de la persecución que sufría su hija y cómo le hacían la vida imposible. Un llanto que por momentos le ha impedido seguir con el testimonio.

Ya con frialdad, ha relatado el momento del asesinato con todo detalle: "vi a la Carrasco y le dije, esto se va a acabar". Ha insistido en desvincular a Triana, porque esta le dijo que no hiciese nada. Y ha terminado repitiendo una idea: lo hizo para que su hija no sufriera más.