Artur Mas ha confirmado que tiene prevista una cumbre proconsulta con partidos afines a su proyecto. Después, ha hecho un gesto afirmativo cuando le han preguntado si hay unidad. Sin embargo, recientemente Oriol Junqueras le ha dado calabazas. ERC no quiere ni oír hablar del plan B: elecciones anticipadas y listas conjuntas.

Anna Simó, portavoz de ERC, ha dicho que su partido es "abierto y flexible siempre que no se trate de desoir el mandato de los catalanes". Desde ICV siguen apostando por llegar al 9N juntos. Así lo ha afirmado Joan Herrera. Además, Josep Rull, coordinador de CDC, ha instado a "actuar con mucha inteligencia y con audacia". 

Fuera de los despachos, los voluntarios del 9N hacen campaña puerta a puerta y realizan una encuesta en la que se da por hecho que Cataluña independiente sería más rica, permitiría renovar la democracia y en la que, claro, se pregunta si la gente votará.

Es la batalla en la calle, que se ha convertido también en un aula improvisada de la Universidad. En el otro escenario, los tribunales, la Generalitat advierte: la suspensión del 9N provocará extremismo político y violencia en las calles. Desde Madrid, el Gobierno insiste en su tesis pese a las críticas a su gestión. "España es nación plural y diversa que nunca renunciará a su realiad de integración y fortaleza". Felipe González ha dicho que "desde el punto de vista político hay que moverse mucho más".