La CUP aguanta la presión y como ya avanzaba Antonio Baños en su intervención, han vuelto a votar no a la investidura de Artur Mas. No obstante, es un 'no' con matices, "un 'no' tranquilo que no cierra la puerta sino que estimula a ir más lejos, ser más y más gente", explica Baños.
Pero sigue siendo un no, y eso a Artur Mas no le sirve, y pide que mejor que un no tranquilo, era un "sí intranquilo". Desde su asiento, Baños le respondía con un gesto de 'esto es lo que hay'.
Sin embargo, desde la CUP no se cierran a seguir negociando porque pondrán "toda la voluntad para encontrar acuerdos". Además, la CUP reconoce que no hay mucho tiempo y por eso recuerdan cuál es la vía más fácil, que no es otra que poner otro nombre sobre la mesa.
De momento, Mas no da un paso atrás y pretendia que fuera suficiente con sus nuevas ofertas de ceder poder en el gobierno y una moción de confianza en 10 meses.
Para la CUP, son avances, pero no consiguen darle la presidencia. Ahora, según varios medios catalanes, la CUP estudiará en una asamblea el 29 de noviembre si mantiene su postura o la cambia.