Cuarta expulsión en Ciudadanos, la de Antonio Sánchez. El partido naranja ha reaccionado así al verle prometer como consejero junto a sus dos compañeros acusados de transfuguismo. A preguntas de laSexta, uno de ellos, Francisco Álvarez, nuevo consejero de Empleo, Investigación y Universidades, se ha defendido así: "Nosotros no somos tránsfugas. Quienes se han apartado de la línea del partido y del acuerdo que se firmó en junio de 2019 creo que son otras personas, no nosotros". Por su parte, Valle Miguélez, nueva consejera de Empresa, Industria y Portavocía, será relevada de la presidencia de la Comisión de Investigación por las Vacunas.

La razón, según ha expuesto el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Murcia, Juan José Molina, es que Miguélez "se ha vendido al partido que hay que investigar por estas vacunaciones irregulares". Pero no sólo Álvarez, otros diputados acusados de ser tránsfugas se han defendido de las acusaciones de sus compañeros y de otras formaciones políticas. "Ni siquiera he votado y ya me han expulsado del partido. Ya nos han castigado. Voy a estudiar todo. Mi compromiso con Ciudadanos sigue". Y añaden: "No descarto vía judicial". Consideran que no han sido expulsados "por un motivo razonable": "No he hecho nada malo".

Otro de los diputados no se quiere ir directamente del grupo parlamentario, pero consideran que eso lo tienen más difícil. La razón: en la Asamblea no existe la opción de 'no adscrito'. E insiste: "Nosotros somos Ciudadanos, quienes se han saltado los estatutos son los otros. Estamos defendiendo lo que aprobó y ratificó el Consejo General, que es el máximo órgano del partido".

Se agrava la crisis en Cs

Ambiente muy caldeado en Ciudadanos de cara a la reunión que mantendrá la Ejecutiva nacional el lunes para medir el impacto del fiasco en Murcia y valorar las acciones a llevar a cabo como consecuencia. Miembros del partido reconocen a laSexta que creen que la cúpula volverá a blindarse y se limitará a echarle la culpa al PP. Así, consideran que "no hay nadie al volante", que tampoco "hay estrategia nacional" y temen que la formación "esté empeñada en pegarse un tiro en el pie". Algunos van más allá y cuestionan la capacidad de liderazgo de Arrimadas. Sin embargo, no parece que, de momento, nadie vaya a pedir la dimisión de la presidenta.

Desde la marcha de Albert Rivera, el entorno de Arrimadas ha sido continuamente cuestionado por la gestión y la posición adoptada por el partido en los diferentes frentes políticos que mantienen abiertos: desde los acuerdos de Gobierno en la Comunidad de Madrid y Castilla y León hasta el fracaso de la formación en las elecciones catalanas del 14F. Entre ellos, uno de los más señalados es Carlos Cuadrado por su acumulación de poder orgánica. Al mismo tiempo, se considera que hay una falta de visión política.

Precisamente, la debacle del partido en los comicios catalanes fue la gota que colmó el vaso para distintos miembros de Ciudadanos, que empezaron a reclamar la dimisión de algunos dirigentes y cambios orgánicos, denunciando que un mes después de lo sucedido en Cataluña no solo no se han llevado a cabo cambios, sino que se ha afrontado una operación como la de Murcia sin ser previamente consultada y que ha acabado por dinamitar la crisis interna que se mantenía en el partido. Las voces más críticas vuelven a pedir restructuraciones e incluso dimisiones.