Exteriores intenta apagar el incendio diplomático encendido con Pekín después de que la Audiencia Nacional dictara una orden de busca y captura contra el expresidente chino Jiang Zemin y otros exaltos cargos chinos, acusados de genocidio contra el pueblo tibetano.
Ya se han producido varias reuniones en las que se ha trasladado a Pekín que el Ejecutivo español no puede interferir en las decisiones judiciales. Exteriores espera que el conflicto diplomático no haga peligrar los negocios entre ambos países.