España se comprometió en Europa el verano pasado a acoger en su territorio a 16.000 refugiados que se encuentran en Italia y en Grecia, pero sólo han llegado 18 por razones que según el Gobierno, le son ajenas. Argumenta, por un lado, que los puntos de identificación y derivación de estas personas ('hotspots') no están funcionando como debieran y, por otro, que en general los refugiados prefieren ir a otros países, como Alemania o Suecia.

Austria ha reubicado a 1.348 y Reino Unido a 1.000. Para cumplir su compromiso, España tendría que traer desde Grecia e Italia a más de 1.700 personas al mes de aquí a diciembre. Sin embargo, sí podría ejecutar su programa de reasentamiento. A diferencia del anterior, en este caso se trata de enviar una misión a los campos de refugiados fuera de la UE y, en colaboración con el ACNUR, ofrecer a grandes grupos de personas ser acogidos en España.

En cuanto a la posibilidad de que no quisieran venir, asegura que "los refugiados no rechazarían España". "Es lógico que una persona quiera ir a un lugar donde tiene redes de conocidos y obviamente, Alemania ha acogido infinitamente a más personas, pero eso no significa que si les explicas qué se van a encontrar en España, no vayan a querer venir. Además, la situación se ha ido agravando de forma alarmante, no podemos pensar que es la misma que hace siete meses", añade.

Con un cambio administrativo, el Ejecutivo podría además flexibilizar los requisitos que exige para que un refugiado en España pueda reagrupar con él a su familia. En la actualidad, sólo es posible traerse a un pariente si es un hijo menor de edad o un padre o madre mayor y dependiente, lo que parte en pedazos a familias enteras.

Otra de las grandes medidas que facilitarían la acogida y evitarían muertes en el mar, tiene que ver con los visados. España, bajo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, impuso visado de tránsito a los sirios en 2011, iniciada la guerra, de modo que necesitan conseguir autorización incluso para cruzar el espacio aéreo nacional. El Estado tiene soberanía para adoptar esta decisión siempre que la comunique después a la Comisión Europea, es decir, que igual que la adoptó, podría revertirla.

Además, se podría directamente expedir más visados en las embajadas de España en países limítrofes a Siria, como Jordania o Líbano, que siguiendo criterios, por ejemplo, de vulnerabilidad, garantizasen una vía legal y segura a los sirios para acceder a territorio español, donde poder formalizar su solicitud de asilo. Brasil activó un programa específico en este sentido en 2013 que ha facilitado la llegada de más de 7.000 refugiados a su territorio en menos de tres años.

En la misma línea, un programa de becas internacionales con fines humanitarios permitiría vivir en España y cursar estudios superiores a jóvenes y adolescentes que se encuentran varados en los campos de refugiados cercanos a Siria, dándoles así opciones de futuro y sobre todo, la posibilidad real de recuperar las riendas de su vida.