Artistas, periodistas, escritores, sindicalistas, abogados y activistas pro derechos humanos, convocados por la revista Contexto (ctxt) y el diario Público en el Teatro del Barrio, han reclamado el archivo inmediato de la causa que se sigue contra los dos titiriteros, Alfonso Lázaro de la Fuente y Raúl García.

Ambos titiriteros fueron detenidos y encarcelados el 5 de febrero por orden del juez Ismael Moreno y, tras ser puestos en libertad el día 10, se enfrentan a una pena de cuatro años y medio por enaltecimiento del terrorismo tras escenificar la obra La Bruja y Don Cristobal, en la que uno de los guiñoles exhibía un cartel que rezaba "Gora alka-ETA", en un juego de palabras que mezclaba Al Qaeda y ETA.

En aquella representación de febrero, en el marco de los carnavales de Madrid, se incluían escenas con títeres que representaban a un juez, un policía y una monja, entre otras.

La fiscalía pidió el ingreso en prisión de los titiriteros en base a que la obra alababa o justificaba a los autores de acciones terroristas y que el hecho de que ese enaltecimiento del terrorismo se hiciera en una obra de guiñoles no mermaba la gravedad del hecho.

En el acto de apoyo a los titiriteros procesados, los participantes han rechazado la denominada "ley mordaza", así como los "ataques" a la libertad de expresión, manifestación, crítica e información y al derecho de huelga en España.

Alberto San Juan y Gloria Muñoz han interpretado un fragmento de la obra "La bruja y Don Cristóbal", en el que se ha escenificado el ahorcamiento de un guiñol vestido de juez, aunque hoy no se ha repetido algunas de las escenas que originaron la polémica.

Al término de la representación, el periodista Miguel Mora ha señalado, en referencia al juez que ordenó la detención de los titiriteros, que "el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno está de guardia, o sea que a ver si nos lleva a todos para delante o no".

Mora ha reivindicado a los titiriteros que, a su juicio, han sufrido "un régimen de encarcelamiento digno de terroristas, después de ser detenidos en plena calle por una denuncia anónima". Ha subrayado que el caso de los titiriteros es "paradigmático de la persecución y la represión de la libertad de expresión" y "el caso más escandaloso que ha sucedido en Europa Occidental durante mucho tiempo".