En estos 10 años las familias de los militares muertos en el Yak-42 han intentado sin éxito que el Estado español responda por las múltiples negligencias en la contratación del aparato y en las identificaciones erróneas de los restos.

La Cadena SER ha desvelado que en el flete del avión participaron hasta 5 empresas distintas. Subcontratas que se quedaron con el 75% de los casi 150.000 euros que España abonó a la agencia de la OTAN encargada del vuelo. Algo que para Felix Sanz, el fuera Jefe de Estado Mayor y actual director del CNI, afectó muy probablemente a la seguridad del vuelo.

Revelaciones que se suman a los extractos del diario de José Bono publicados por 'El País'. El sucesor de Federico Trillo al frente del Ministerio de Defensa un año después de la tragedia admite presiones por parte del PP para que dejara de investigar sobre el accidente.

Diez años después, las familias aún no han recibido ni un euro de indemnización. Uno de sus pocos consuelos ha sido la última voluntad de la dueña del terreno donde se estrelló el avión. En vez de venderlo, lo ha dejado en herencia a las 62 familias para que siempre se pueda honrar la memoria de los suyos.