Sólo unas horas después de su derrota en el referéndum de independencia, el primer ministro Alex Salmond, independentista, ha anunciado que dejará el cargo y su partido. Marchándose, Salmond libera a su partido del compromiso que adquirió, personalmente, de que no habría otra consulta independentista, al menos, hasta pasada una generación. Tampoco son todo alegrías en el Gobierno central ya que a Cameron le queda ahora la "papeleta" de llevar a cabo esa descentralización que prometió.
Terremoto político y crisis de Gobierno en Escocia